Con la temporada terminada, San Blas/Kuna Yala era un verdadero paraíso. Fondeaderos vacíos, playas más desiertas y excelentes condiciones de buceo. Verano, diciembre hasta abril son los meses ocupados. Vientos alisios, excelentes condiciones de navegación. El resto del año llueve un poco más, los vientos son erráticos y el buceo es genial. Los vientos alisios generan olas constantes. Una vez que desaparece el fetch, hay menos olas y ¡comienza el buceo en mar abierto! ¡Condiciones increíbles, corales prósperos y muchos peces! ¡Muchas rayas águila, muchos peces de arrecife, gran visibilidad! Durante estos meses hice todos mis deberes en cuanto a reparaciones y repuestos de embarcaciones. Me tomé mi tiempo para investigar los repuestos y las cosas que necesitaría mi bote y lo subí todo al bote. ¡Meses! Pasó mi primera fecha tentativa, pasó mi segundo tiempo propuesto y finalmente llegó el momento de irse. Curiosamente en Panamá hubo protestas de alcaldes por la inflación y el país se paralizó por la gente bloqueando todas las vías de acceso a los alcaldes. ¡Conseguir todo el papeleo fue un calvario! Tomé una lancha rápida a Miramar, tomé un paseo con el panadero a Puerto Lindo para conseguir mi Zarpe y llegué a Portobelo para la aduana. Me alojé en casa de mi amigo. Regresar significaba esperar a que regresara una panga. Samuelito me permitió unirme a él ya su hijo. Cogen su barco cargado de frutas y verduras para volver cargados de pescado. ¡Una vez que venden todo se van a pescar! Llevaba un par de semanas preparando el barco. Tenía mi lista con todas las cosas que había que hacer. La gente había estado hablando de unirse, nadie siguió adelante. Conseguí un poco más de diesel por si acaso (tenía tres veces la cantidad que necesitaba...) y me fui. Tenía algo en el ojo que me molestaba, ojo derecho. Sensibilidad a la luz, lagrimeo y no podía ver bien. Nada visible. Un amigo que es médico me dijo que hiciera un parche. Para obtener lágrimas artificiales y un antibiótico en caso de que empeorara. ¡Así que salí de San Blas en modo pirata! Frentes en la previsión, poco viento. Honestamente, había un mejor pronóstico para unos días después. Tenía la esperanza de que el viento bajo del oeste me llevaría allí. No, motor hasta el final. La primera noche fue un poco inestable. Viento del oeste con oleaje del NE... A eso se sumó la lluvia y tuve que mudarme. Era un poco incómodo con el oleaje mixto, así que tomé una pastilla contra el mareo. En caso de que empeorara, quería estar bien.
Durante la navegación en solitario realizo periodos de descanso de 25 minutos. Pongo una alarma, me despierto, compruebo el rumbo, miro a mi alrededor, compruebo los indicadores del motor. De vuelta a dormir. Al principio cuesta consolidar el descanso en esos 25 minutos. Después de un tiempo es bueno dormir y al mediodía estaba completamente descansado. El piloto automático adaptado (Raymarine 1000 trabajando en un brazo adicional al timón secundario, mi veleta Pacific Plus). Mantengo el brazo de quilla fuera del agua porque el motor lo hace vibrar y el brazo agregado al timón lo hace girar. 100% funcional y al 15% del costo de un sistema de piloto automático para un barco de ese tamaño... El segundo día fue tranquilo. Me imaginé que así sería la próxima ventana. La retrospectiva es 20 20. ¡Entendí que mejores condiciones siempre son mejores! ¿Por qué apresurarse? Aunque esperaba navegar parte del camino. Hubo un pequeño frente que me salió al encuentro a la salida y otro en la previsión de mi llegada a Cartagena. Tuve mi principal arriba un par de veces y tuve que bajarlo. Casi no hay viento y el barco se balancea de un lado a otro. Luego, hacia la tarde del segundo día, comenzó a soplar. El frente entrando a las 3 am. ¡Muy puntual! Durante todo este tiempo me pasaron algún que otro barco y varios transatlánticos de carga. Tener el detector de radar Mer Veille fue una gran ventaja. Especialmente porque nunca conseguí que el AIS funcionara. Llegar a Cartagena fue interesante. A dos horas de distancia podía oler la ciudad, las fábricas de gas y combustible. En realidad fui a inspeccionar el bote cuando olí gas. ¡delfines! ¡Muchos de ellos! Dos grupos de delfines vinieron a pasar un rato conmigo. 40 horas 7 minutos desde mi fondeadero en Yansaladub, Lemon Keys hasta Cartagena cuando entré por Boca Grande. Perdí mi antena durante la navegación. No lo inspeccioné antes de partir: una tarea adicional a la lista de navegación antes de serio. Usé la mano sujetada para dar aviso de mi entrada y anclada por el Club Náutico Cartagena. ¡Experiencia inolvidable! Me alegro de haberlo hecho solo. Me alegro de que mi barco lo hizo y el motor funcionó perfectamente. Llegó el sábado. El domingo el oftalmólogo estaba cerrado. El lunes me quitaron un pedazo de plástico del ojo. Por eso no pude ver lo que tenía, las astillas de plástico son casi transparentes. Alivio inmediato.
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